La importancia del flash (Vol. 1)

La luz es el elemento esencial a la hora de hacer fotografías. No siempre es fácil encontrar las condiciones de iluminación ideales, especialmente en espacios oscuros o cuando ha oscurecido. En estos casos el flash puede ser tu mejor amigo para ayudarte a recrear la iluminación y la fotografía que buscas. Para saber qué tipo de flash necesitamos, en primer lugar hay que conocer los tipos de flashes que existen, para después plantear qué tipo de fotografía queremos conseguir. ¡Allá vamos!

Qué es el flash

El flash es un dispositivo electrónico que se utiliza para generar luz artificial de forma controlada. La luz generada nos permite captar imágenes, y los parámetros del flash nos permiten modificar dicha luz. Podremos modificar más o menos ajustes dependiendo del flash del que dispongamos.

Tipos de flashes

Principalmente hay tres tipos de flashes: Integrados, de estudio y de mano o de antorcha.

Flash integrado

Este tipo de flash está integrado en la parte superior de la cámara. Vienen incrustados en la cámara, exceptuando modelos de alta gama o profesionales, que no lo incluyen.

Cuando se utiliza el flash integrado se ha de corregir los “ojos rojos”. Este efecto aparece por el reflejo de la luz en los vasos sanguíneos que inundan la retina de los seres humanos. Cuando la iluminación no es clara, sino que está difuminada o es difusa (en días nublados o en zonas de poca luz), las pupilas se dilatan para que entre mayor cantidad de luz. Si se hace una fotografía usando un flash integrado y a una distancia más bien corta, la luz del flash tendrá un efecto directo en la parte interna de los ojos y rebotará en la retina, reflejando el color rojo de los vasos sanguíneos. El efecto “ojos rojos” proporcionado por el flash integrado supone una desventaja con respecto a un flash más profesional (que sería el de mano o de antorcha). El flash de antorcha permite remediar este problema.

El flash integrado dispone de un radio de acción corto, aunque demasiado potente en ciertos casos. Generan una luz muy dura, directa y siempre desde la posición de la cámara. Por eso, muchas veces hacemos una fotografía y el flash es tan potente que parece que le hayamos metido un “flashazo”. La mayoría de cámaras no permiten controlar la intensidad del flash integrado. Para evitar este efecto se puede utilizar el flash de antorcha o externo.

Flash de antorcha

El flash de antorcha se utiliza para tener un mayor control sobre la luz proyectada, su calidad y su dirección. Son flashes externos que se pueden conectar en la parte superior de la cámara, por lo que tienen una fuente de energía propia. Estos flashes tienen tres elementos:

• Antorcha: la antorcha está en la parte superior del flash y contiene el tubo de destello. Cuando está activado el flash emite una descarga de luz blanca (Xenon). Esta luz es dura, poco calórica y direccional. Aunque esta luz produce poco calor, muchos flashes tienen un termostato para evitar un posible sobrecalentamiento.

• Generador: es la placa de la base que comunica con la antorcha. Acumula la energía que proviene de las baterías y la suelta a través del tubo de destello cuando se ha activado el flash.

• Zapata: esta placa se conecta a los circuitos internos del generador. Se acopla mediante un click o una rosca, lo que permite comunicar información entre el flash y la cámara.

El flash de mano ofrece una mayor potencia de luz y cubre una distancia mayor que el flash integrado. Los controles permiten modificar los parámetros del flash (su potencia, zoom, u otros ajustes) para ajustarlos a nuestras necesidades.

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Flash de estudio

Estos flashes tienen apariencia de foco y proporcionan mayor potencia que un flash externo. Suelen estar conectados a una corriente alterna, por lo que su movilidad es reducida. Últimamente se utilizan las flashes de estudio con baterías de litio o con conexión a baterías externas, para facilitar su transporte.

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Estos son los tipos de flashes que existen. Recuerda que para escoger uno has de pensar en el tipo de fotografía que desees hacer y en tus objetivos. En las próximas entradas os hablaremos de estos aspectos, además de otros a tener en cuenta para escoger un buen flash.