¿CÓMO RENTABILIZO MI TRABAJO FOTOGRÁFICO?

Publicado el : 2018-03-22 09:34:33
Categorías : TUTORIALES

El sueño de todo fotógrafo es vivir de su pasión, pero todos los que amamos este arte sabemos que eso no es tan fácil. No se trata de ser mejor o peor, o más o menos comercial. Este arte, como el resto, es subjetivo y ya conocemos el dicho: para gustos, colores. Sin embargo, vivimos en un siglo en el que la imagen se ha masificado y parece que cualquiera puede ser fotógrafo con su teléfono móvil. La gran competencia del sector dificulta mucho la tarea de destacar sobre el resto y poder ganar dinero con nuestras fotografías.

Sin embargo, nada es imposible. Ya sea para conseguir ingresos extra, amortizar nuestro equipo fotográfico o bien para vivir como profesionales de la fotografía, existen diferentes formas en esta era digital en la que vivimos que nos pueden hacer ganar dinero con nuestra pasión. Desde Fotopro, tienda especializada en fotografía, queremos daros algunos consejos para conseguir rentabilidad con vuestro trabajo fotográfico.

  1. Especialízate

El primer paso de todos es escoger una disciplina concreta y centrarnos en un nicho de mercado. Esta es una recomendación que se puede aplicar a casi cualquier sector de la sociedad, y en la fotografía no iba a ser menos. Es habitual que los fotógrafos profesionales se dediquen a un ámbito específico, o a unos pocos, pero que por lo general tienen relación. Por ejemplo, la fotografía callejera, la social y el fotoperiodismo, o la fotografía publicitaria y la de moda.

Encontrar tu propio estilo requiere práctica, tiempo y mucho entusiasmo, y aún consiguiéndolo sigue siendo difícil hacerse un hueco en el mundillo. Intenta centrarte en aquello que te hace diferente del resto de fotógrafos y muévete para conseguir transmitir la singularidad de tu estilo. Si llegas a tu público objetivo y este valora tu trabajo, los ingresos acabarán llegando.

  1. Saca provecho de tu web

No hace falta decir que tener tu propia web con el porfolio de tu trabajo es algo esencial si deseas tener presencia online. Tu página puede ser un canal estupendo para comercializar de forma directa tus fotografías y conseguir así ingresos y renombre con ellas. Estas pueden venderse en formato digital o bien físico en forma de copias fine art, sabiendo así que tus imágenes estarán colgadas en alguna casa con tu nombre en ellas. ¿Suena atractivo verdad? Pues para ello debes asegurarte de que el producto que ofrezcas sea de calidad, tanto si imprimes tú mismo las fotografías como si subcontratas el servicio (quizá una opción más segura).

Para llegar a este punto, debes hacer un importante trabajo comunicativo y de difusión para poder alcanzar a tu público objetivo. Hoy, las redes sociales son las mejores amigas con las que contar para conseguirlo y construir una buena presencia online. Establece tu plan de marketing y cuida tu imagen con un bonito diseño de tu porfolio.

  1. Diversifica tus fuentes de ingresos

Siempre es importante tener un plan B, incluso C y D si lo creemos necesario. Como ya hemos dicho antes, el mundo de la fotografía tiene mucha competencia y no es fácil conseguir beneficios a través de un solo medio. Desde Fotopro te aconsejamos que pruebes diferentes vías de ingresos para saber en cuál encaja más tu trabajo. Además, conseguir un poco de rentabilidad con cada alternativa puede acabar convirtiéndose en una cifra satisfactoria si las juntamos todas. Con el tiempo puede que acabes centrándote en una y especializándote en aquello que te sea más rentable, pero nunca está de más mantener otras puertas abiertas por si la principal algún día se cierra.

  1. Fotografías de stock

Se trata de una forma excelente de conseguir ingresos “fáciles” y que, además, pueden seguir llegando a nuestro bolsillo a lo largo del tiempo. Pero antes de meternos en materia de billetes, vamos a explicar un poco de qué se trata este método.

Lo primero que debemos saber es que hay dos tipos de fotografía de stock: el macrostock y el microstock. Las primeras venden imágenes a un precio elevado, ya que están sujetas a licencias de derechos reservados, pero ofrecen fotografías de alta calidad que se emplean para un uso determinado y limitado. De ahí la singularidad de este tipo de imágenes. Por el contrario, el microstock ofrece imágenes a precios bajos pero en grandes volúmenes, con licencia libre de derechos, y por tanto ilimitación en su uso aunque la pertenencia siga siendo de su autor.

¿Cuál es la mejor opción? Depende de lo que busquemos y el valor que queramos darle a nuestras fotografías. Las primeras son más rentables, por supuesto, porque nos pueden aportar mayores ingresos. Eso sí, siempre que la agencia en cuestión acepte nuestras fotografías. Como ya hemos apuntado, deben de ser imágenes extraordinarias, únicas y de calidad, por lo que no es tan fácil acceder al macrostock. Ejemplos de este tipo de agencias son Getty Images y Stocksy.

Si tus fotografías son más amateurs y no te importa venderlas a un precio bajo como imágenes de recurso, entonces el microstock es tu opción. Esta vía es mucho más accesible para todo el mundo, sin necesidad de ser fotógrafo profesional, pero la cantidad de fotos vendidas en estas plataformas tiene que ser mayor para que el conjunto de réditos que obtengamos por ellas merezca la pena. Ejemplos para microstock son Shutterstock y Dreamstime.

  1. Trabajar para otros

Puede que con este método se pierda parte de la esencia de nuestro trabajo, pues no se tiene la libertad de elegir la temática como cuando eres tu propio jefe. Sin embargo, es una buena forma de trabajar haciendo lo que te gusta y cobrando un sueldo fijo por ello.

Los campos son variados, pero vamos a destacar tres en los que las posibilidades son más amplias. En primer lugar, la fotografía de viajes siempre es una opción bonita además de ofrecer unos resultados espectaculares. Sin embargo, es arriesgado y no todos nos podemos permitir ir a dar la vuelta al mundo mientras fotografiamos las maravillas de nuestro planeta. ¡Pero tranquilos! Que no es esta la única vía. También se puede hacer a través de agencias de viajes, trabajando en un crucero o en algún parque temático, por ejemplo. Pros: salario, seguridad y constancia. Contras: adiós al romanticismo y hola a unos objetivos prefijados que cumplir.

Otro ámbito es la fotografía social, de la que hemos destacado la fotografía para bodas. Es una de las opciones que mayor rentabilidad pueden conseguir, si bien se requieren ciertas competencias y compromisos no aptos para cualquier fotógrafo. La competencia es alta, pero si logras hacerte un nombre en este sector, no te faltará trabajo.

Por último, la típica opción que toman muchos fotógrafos: enseñar a otras personas lo que sabes. Esta alternativa está en auge tras la masificación de la imagen de la que hablábamos anteriormente (algo bueno tenía que aportar a los profesionales de la fotografía), ya que cada vez más personas tienen interés en aprender.

La docencia fotográfica tiene un gran rango de posibilidades, y muchas no suponen trabajar para otros. En lugar de meterte en una academia como profesor, puedes hacerlo de forma autónoma, o bien escribir un libro, abrirte un canal de YouTube, dar charlas, realizar talleres, o incluso montar tú tu propia escuela. Esta opción siempre es buena para conseguir unos ingresos extra y además llevarte la satisfacción de transmitir tu pasión y sabiduría a otras personas.

Estas son solo algunas formas de rentabilizar tu afición, pero esperamos que te haya inspirado para buscar tu hueco en el maravilloso mundo de la fotografía y lo hagas siempre de nuestra mano.

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